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¿Qué es el reciclaje inmobiliario?

Someter un material usado a un proceso para volver a utilizar, así es como define la RAE la palabra reciclar. No obstante, el reciclaje no solo se refiere a dar un segundo uso a los materiales, también incluye la transformación o cambio, es aquí donde encontramos el reciclaje inmobiliario.

Mezclar las palabras reciclaje e inmobiliario puede sonar paradójico, pero es una tendencia al alza en el sector de la vivienda, si quieres saber a que nos referimos sigue leyendo.

¿Qué es el reciclaje inmobiliario?

La gente suele estar familiarizada con lo que es el reciclaje de los materiales que tiramos a la basura. No obstante, existen otros tipos de reciclajes como el inmobiliario, una tendencia cada día más usada.

Y te preguntarás ¿en que consiste el reciclaje inmobiliario? Se trata de darle una segunda vida a inmuebles que nunca fueron viviendas en hogares nuevos. De esta manera se le da una segunda oportunidad a propiedades urbanas o industriales que se han quedado antiguas.

Esta tendencia nació en la década de los 50 debido a la crisis de la posguerra, un gran número de compañías se vieron obligadas a cerrar y cedieron sus naves industriales a inmobiliarias para sacarlas al mercado como viviendas.

¿Cómo funciona?

Para poder llevar a cabo el reciclaje inmobiliario hay que seguir una serie de pasos ya que no se trata de una nueva edificación, sino de una transformación de espacios.

  1. Evaluación medioambiental del lugar
  2. Crear un plan de acción que de respuesta a las nuevas funciones de la propiedad
  3. Estudiar el proyecto, ver la viabilidad de la construcción

Ventajas

La más importante es darle una segunda vida a un inmueble, pero existen otras ventajas del reciclaje inmobiliario:

Con el reciclaje inmobiliario colaboramos en la reducción de la huella de carbono, al reducir la contaminación en el aire y el agua ayudamos a la disminución del calentamiento global. También se reduce el uso de energías y por tanto las emisiones de efecto invernadero.

Disminuye el gasto de materias primas y evita el desperdicio de materiales, es un modelo de economía circular y sostenibilidad.

Ayuda a repoblar zonas deshabitadas, de manera que aumenta el tejido industrial de zonas faltas de vida.

Una inversión apta para todos los bolsillos, es necesario investigar a fondo que inmuebles son los que se adaptan a nuestras necesidades, pero el reciclaje inmobiliario es una buena opción de cara al futuro.

Estas construcciones ofrecen un valor añadido, si se “recicla” una nave industrial o un monasterio su valor se incrementa. Además de ofrecer grandes opciones de diseño al ser espacios amplios y con mucha luz.

También es importante tener en cuenta algunas desventajas, como el proceso que conlleva el reciclaje inmobiliario. A nivel legal y técnico te puedes encontrar muchas trabas. Necesitas tener todos los permisos de reestructuración y readaptación, la cédula de habitabilidad, además de pasar varios filtros técnicos antes de usar el inmueble como vivienda.

Ejemplos de reciclaje inmobiliario

En los años 50 se crearon casas en naves industriales, esta idea ha evolucionado a tal nivel de encontrar monasterios, ermitas, conventos o incluso castillos convertidos en hoteles o casas rurales.

Un buen ejemplo de reciclaje inmobiliario lo encontramos en Bizkaia, donde el estudio de arquitectos Garmendia & Cordero transformaron la iglesia abandonada de Tas en una vivienda. Como resultado obtuvieron una vivienda llena de historia, su principal objetivo fue mantener la estructura y la esencia de dicha iglesia, pero adaptada a las comodidades actuales.

El reciclaje inmobiliario esta al alza, la pandemia también ha sido un factor desencadenante ya que muchas familias optan por buscar viviendas más amplias e innovadoras. Las posibilidades para darle una nueva vida a un inmueble son infinitas y las ventajas son muy atractivas. La vida sostenible se impone desde muchos ámbitos: moda, banca y como puedes ver vivienda.