Lo que más define al estilo industrial es su atemporalidad. Lo vemos constantemente en revistas y blogs de decoración porque tiene algo que engancha. Si has pensado en trasladar este estilo a tu propia casa o necesitas consejos pero no sabes por donde empezar en nuestro post te damos las 10 claves para una decoración industrial.
Cuando hablamos de este estilo nos referimos a espacios diáfanos y grandes, tipo loft. Pensar en ello nos lleva al Nueva York de los años 50, cuando la crisis llevo al cierre de fábricas que más tarde se convertirían en viviendas, estudios o locales. Los primeros en usar estos espacios fueron los artistas y creativos, los cuales buscaban espacios abiertos. Esa búsqueda de espacios diáfanos y luminosos en el trabajo puso este estilo de moda, no solo en hogares sino también en oficinas.
Este estilo tiene unas características comunes:
La decoración industrial esta inspirada en las antiguas fabricas, motivo por el cual los espacios abiertos y completamente diáfanos son muy importantes. El gran espacio usado en este estilo crea una nueva dimensión, donde la luz entra a raudales iluminando toda la estancia. Es importante eliminar tabiques para poder unificar los espacios y así obtener espacios más abiertos en la vivienda.
En este estilo no se ocultan las estructuras, tenemos tuberías, columnas, vigas, etcétera a la vista. Techos altos sobre los que se muestran estas estructuras al aire recordando a las naves industriales que iniciaron este estilo.
Estos tres materiales son los principales que encontramos en la decoración industrial. Este estilo prioriza los acabados naturales en madera, como decorar con palés, cajas antiguas o estanterías combinadas con hierro. Con el hierro y el acero encontramos piezas con acabados tipo ferrocarril. Estos 3 materiales se juntan de manera equilibrada aportando frio y calidez.
Típicos en las naves industriales y uno de los elementos más característicos de este estilo. Son muy importantes para crear espacios llenos de luz natural y amplitud visual.
Uno de los elementos más llamativos que podemos encontrar en la decoración industrial son las paredes de ladrillo a la vista. Su color rojillo destaca creando espacios únicos y recordando a las antiguas fabricas. Contar con una o dos paredes de ladrillo en tu casa puede darle el toque ideal y atípico.
Uno de los recursos que convertirán nuestra casa al estilo industrial son los muebles. Líneas rectas y desgastados, piezas con personalidad que puedes encontrar en mercadillos y anticuarios.
Blancos, grises, beige, negros, marrón y azul son los colores que encontramos en la paleta del estilo industrial. También puedes combinar estos colores con una paleta en tono pastel en algunos elementos decorativos como cojines o alfombras.
Una de las características más importantes es el orden, por eso las estancias no se llenan de elementos decorativos superfluos. Es importante elegir bien las piezas que decoraran nuestra casa, este estilo deja un amplio espacio para piezas icónicas como el mítico sofá Chester tapizado en cuero.
Al ser un estilo de decoración minimalista dale un toque personal a través de la iluminación. Flexos, focos o lámparas colgantes de metal pueden ser grandes opciones. También puedes decantarte por carteles de neón en el salón o incluso en la cocina. Lo importante es darles espacio para que puedan lucir en toda su plenitud.
Uno de los rasgos que más lo define y una de las razones por la que el estilo industrial es atemporal. Dentro de él pueden convivir una mesa de madera de aire rústico con sillas de estilo retro y lámpara industrial.
La decoración industrial la hemos visto en películas, series, revistas, establecimientos… Este estilo ha sabido hacerse un hueco desde su nacimiento en los años 50, pasando de ser fabricas abandonadas a espacios residenciales o locales de moda. Actualmente se encuentra de moda gracias a el reciclaje inmobiliario, el cual lleva unos años en alza y ayuda a la sostenibilidad del planeta dándole una segunda vida a edificios antiguos. Y tú ¿Te atreves a probar este estilo?
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